La Gasparina es un lugar de ensueño, un paraíso natural que cautiva a todos aquellos que tienen la suerte de visitarla. Sus piscinas naturales, su microclima, su rica fauna y flora, su extensión y su bosque propio hacen de ella un lugar único e incomparable.

Con más de 30.000 m2 de superficie, La Gasparina se extiende a lo largo de una montaña hecha bancales por el hombre. 

La finca cuenta con cinco piscinas naturales que hacen las delicias de los visitantes que buscan disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. Además, gracias a su situación geográfica protegida, La Gasparina es un lugar ideal para la observación de aves, con especies  autóctonas.

Pero lo que realmente hace única a La Gasparina es su propio bosque, que se extiende a lo largo de la finca y está compuesto por una gran variedad de árboles autóctonos, como robles, madroños, pinos, durillos y alcornoques. Este bosque es un auténtico tesoro natural y un hábitat ideal para numerosas especies animales.

Los visitantes de La Gasparina pueden disfrutar de un agradable paseo por el bosque y contemplar la belleza de la flora y fauna que lo habita. Los robles son especialmente majestuosos, con sus imponentes troncos y sus ramas que se extienden hacia el cielo. En resumen, La Gasparina es un lugar mágico que invita a conectar con la naturaleza y disfrutar de la belleza del entorno.